Nadie dijo que fuese fácil. Nadie dijo que me olvidaría.
Siempre he pensado: “De todo lo que sientas, llévate lo que quieras”. En esta ocasión quiero emular a una reina del teclado, y amiga: María, se ríe; todo, para recorrer el año que se va.
2011
-Comenzó en mi casa, la de siempre, en Galicia, con mis amigos de la vida. Aún guardo una imagen con mis dos “hermanos”. Esa noche fue el inicio del “Año de la Radio”.
-Como cada temporada desde mi huida a Madrid, con la llegada de los Magos, viajé en el tiempo y regresé a mi presente en la gran ciudad. Enero fue divertido. El huracán mexicano vino casi sin avisar, la visita de Mara, las garras de Josechu, y la tan esperada vuelta de Jesús Elorza. Suso.
-Recuerdo que en una de esas noches “intensas” del núcleo duro, en mi antigua y torcida casa, y con motivo de la bienvenida de Suso, rociamos la casa de bizcocho. Cuando nos fuimos de esa casa, nueve meses después, aún quedaban restos de la masacre. Uno de los hechos que aún me soprende a día de hoy, fue la instauración de un nuevo motivo decorativo, la cuchara que Suso, con sus poderes, logró doblar. Estuvo observándonos desde aquel botijo hasta el día de nuestra marcha.
-He de hacer un inciso en pleno huracán mexicano para no pasar por alto un gran momento. La muerte grabada de José Ramón Garrido. Siempre se nos dio bien la telenovela. Sobre todo al trío del 2010. Mención especial para Josechu y para mi adorada Mónica. Está bien, Piticlí.
-Circunstancias de la vida, el “Año de la Radio” comenzó por el principio. Aún puedo recordar aquel maravilloso día en el que mi adorada Inforadio hizo aquel especial en directo. Aquel día en el que me levantó una tal “Isabel Gemio”, me tuteló un tal Pedro Mardones, y me elevó una tal Luján Argüelles. No puede haber un inicio mejor. No.
-Enero es un mes especial, no solo por ser el primero, sino por ser el lugar donde se abre la caja de los sueños de todo un año. En 2011 recuerdo con especial cariño la celebración del cumpleaños de un bondadoso ser, Javi, Muñoz claro. Aquella fue una de aquellas jornadas para la memoria, en la que hicimos un “ridículo especial” con aquella extraña coreografía de Glee. No voy a decir quien fue el principal culpable (Nacho. Cuco).
-Supongo que esa noche, como tantas en aquellos tiempos, dormiríamos todos en la comuna de la Corredera Baja de San Pablo. Es más, el día 27 de enero aprendimos una nueva palabra china: Xiang, es decir: sí.
-”Niño malo”. Vaya, perdón, se me ha colado un pensamiento. Febrero y Yestera. Gran Vía, un chino, un bocadillo y un robo frustrado. Aquel día, cuando llegamos a la comuna, un caballo llamado Charly, que no Carlos, hizo de nana.
-Febrero puso de alguna forma el freno. Los exámenes de mi último año de carrera se habían presentado sin avisar. Con ilusión y tras haberme hecho la foto para la orla hice como que estaba licenciada.
-Tras “un intenso estudio”, mi adorada y adorable prima Gema me recibió en Barcelona. Qué felicidad. Un gracioso vuelo bien acompañada, Putri, Dani, Tyler y Sara. Fue divertido.
Mi prima y Blair, digo Aldara, me enseñaron los entresijos de Barna, hicieron que febrero terminase “a lo grande”.
-La gran noche de Barcelona, la noche de Razzmatazz.
-Que “reuniones” las de la antigua Villa Gusto. Por aquel entonces, y bien pronto, comencé a cogerle “gustillo”, a sus debates, a sus tertulias, pero sobre todo a sus habitantes: Ane. Aritz. Iñaki.
-Marzo siempre es un mes especial. El de este año lo fue más si cabe. Una fecha inolvidable, el Récord Guiness de Inforadio. El programa de radio más largo de la historia: 60 horas. Dos hombres y un auténtico equipazo. Tres días de auténtica intensidad en las que conocí el esfuerzo, el valor humano y el amor por la radio. Un regalo único, inigualable. Puedo recordar infinidad de escenas, pero sobre todo, siento los momentos más duros, en los que sin saber muy bien como conseguimos salir adelante. Aquellos en los que el salón de actos estaba casi vacío, y nuestra ilusión lo llenaba. Lo conseguimos. Eso se lleva en la memoria hasta el final. Enrique, Ana, Ezequiel, Tamara, Carruesco, Ana la Maja, Conchi, Lucho, Ángela, Paloma, Bea...y un largo y orgullosos etcétera.
-Que bonito es marzo, y más cuando te visita una “hermana”. Iria volvió de su “séneca patriótica” a comandar el buque como solo ella sabe. Un reencuentro de lujo, un “asadero” de los que siempre hablamos y tanto nos gustan. Eva sabe de lo que hablo. En medio de la euforia por su visita, tuvimos tiempo de recordar; una de Quirico, y una buena dósis del gran dúo: Chorro y Mendi.
-Abril aguas mil. No recuerdo con certeza si llovió mucho o poco, pero siempre queda bien empezar con un buen refrán. Abril, en 2011, empezó a lo grande: la fiesta de Inforadio. Imágenes para la historia, y la felicidad de haber logrado pasar a la historia.
-Fue en este mes cuando me embarqué en una corta pero divertida etapa como Relaciones Públicas en What The Fuck. Luís me lo dijo y yo le dije que sí. Sinceramente, fue lo mejor. Hay grandes momentos de aquella época: recuerdo uno en el que la gran estrella, Yurena, y su madre, se enfadaron conmigo por haberle llamado Tamara. Nunca llegué a entenderlo del todo. Recuerdo juegos de niñas en la calle, y una buhardilla, la de Susanita.
-Por aquel entonces ya se empezó a fraguar la “historia del 2011”. El 15 M aún no existía, pero gracias a mi estimada, adorada y siempre querida Joanna, supe ver el momento antes de que ocurriese. Aquella manifestación en Antón Martín, aquellas conversaciones y aquel final en el Reina Sofía son difíciles de olvidar.
-En el menú del 2011, como podéis observar, hay de todo. Fue a mediados de abril de este año cuando reprimí una de mis pasiones: el fútbol. Ane, Mónica, Alba, Carol, Susanita o Ana Francesca, se animaron a jugar uno de esos partidos que pasan a la historia por todo menos por el buen juego. En nuestro caso, creo que pasó a la historia por el insufrible calor que padecimos. No obstante, me atrevo a decir que fue “un gran día”. Nota: Repetir ese día.
-Mientras las orlas de nuestra generación salían del horno, en Semana Santa tomé rumbo a Ibiza. Mi estimada “hermana” Eva fue mi fiel escudera. Sound Park Festival. Geo, Alba, Eva y una servidora. Creo que tardamos una hora en adaptarnos. Días y noches en estado líquido, gente, delirios varios, piscinas, discotecas, playas y una pulsera.
-Abril fue contundente, terminó con el gran enlace real de Will y Kate. Si las fiestas de Villa Gusto eran únicas, las de Villa Lujo eran originales. Sus anfitrionas más descaradas, Alba y Mónica, siempre se las arreglaban para organizar esas fiestas tan especiales, tan temáticas. Con motivo de aquel enlace, en su salón se reunió toda la realeza británica, y la casualidad hizo que yo, Kate Middletown, y Alba, coincidiésemos como la tan protagonista novia.
-Casi sin darnos cuenta apareció mayo, y con él, nuestra fiesta patronal: El Festival SOS 4.8. Allí volví a reencontrarme con mi amante bandido. Pedro Aybar. Procedente de Lisboa, vino única y exclusivamente a celebrar las fiestas del pueblo conmigo, acompañado de la gran Elena. Juntos y guiados por Cris nos pusimos rumbo a Furcia, qué hermosa eres. Digitalism y Red Bull y a acampar. Allí descubrimos que la gran ciudad se había trasladado a Furcia. Mi otro compañero de Quechua, mi gran amigo Jacobo, nos esperaba allí, junto a mis adorables vecinos: Aritz, Ane, Javi, Ugaitz, Ocho, Sara y María. La pobre Piticlí pasó sus noches en aquel tranquilo barrio de la ciudad, un idílico nido de amor y romero. Recuerdo Kooks, recuerdo MGMT, recuerdo White Lies, recuerdo Crookers, recuerdo Lori.
-Y ahora el 15M, el quince de mayo de 2011. Un lugar: la Puerta del Sol. Madrid. Protagonistas: nosotros. Sinopsis: Indignación. Producción: Ganas, constancia y mucha rabia. Mi reparto: Eva, Suso, Artiz, Uzquiza, Joanna, Lore, Fer, Héctor, Nacho.
-Gritos, sentimientos, cámaras, redes sociales. Un movimiento. Recuerdo una página en El Mundo. Eva y yo gritando detrás de “Así No” y “Basta”.
-Seguramente fue la unión y la indignación de aquellos días lo que nos llevó a la sierra de Madrid a hacer Paintball. Aritz, Eva, Suso, Josechu, Piticlí, Lore... En las trincheras dejamos la ciudad a un lado.
-Sin preguntarme, y a las órdenes de Suso nos fuimos a Miranda de Ebro. A San Juan Del Monte. María, Aritz y una servidora aparecimos en tierras burgalesas antes incluso que nuestro anfitrión. Allí, entre nubes de azucar y kalimotxo de la tierra nos hicimos dueños de Miranda. Auténtica fiesta del norte, con pistoletazo de salida y ducha incluida en la plaza. Subida al Monte y gente, de la buena. Yo me quedo con el color de las blusas.
-Sin tiempo para más, me gradué. Cinco años después, allí estaba, subida con mis “periodistas”, bien rodeada, con padres incluido. Mirase a donde mirase, había cinco años de recuerdos que habían nacido dentro de aquel edificio feo y gris, como la banda, al que siempre, por extraño que parezca, añoraré. Aquella misma noche celebramos “la última cena”, allí se quedaron muchos recuerdos, mucha gente que me llevo: Jacobo, Eva, Jose, Sara, Morla, Leti, Lina, María, Lara, Kichu, Eva, Mario, Pilar, Carmen, Jesús, Tamara, Paco, María, Baba, Fátima, Marisa...y más, si cabe.
-Llegó julio. Llegó el Orgullo, llego Onda Cero. Llegó El Escorial. Llegó Nacional. Llegó el verano.
-El Orgullo fue la gran fiesta esperada. Bajo los cines de Callao pudimos escuchar a Camela, y creo recordar que ahí fue cuando Yestera llamó a la cantante por teléfono obligado por mi. Fue extraño, sobre todo pensar que nos respondería mientras ella se encontraba encima del escenario.
Recuerdo las calles de la ciudad inundadas, recuerdo a Baba y a Fátima de divas de la noche en plena Gran Vía. Recuerdo una noche frenética con Diego (del after), su madre y su tía. Como olvidarlo.
-Onda Cero. Yo becaria. Me destinan a los servicios informativos, a nacional, y de allí a los Cursos de Verano de la Universidad Complutense. Un mes en San Lorenzo De El Escorial. Con gastos pagados, un hotel de lujo, con cama perfecta y un desayuno para no dormir.
Lo mejor, la gente. Compañeros, y ahora amigos: Vero, Víctor, María, Sergio, Laura, Álex. Un equipo para toda la vida. Idas y venidas, del Infantes al Felipe II, Marco y su coche rojo. Unos guías únicos: Nacho, Mariajo, Marta, Rosa o el gran Picos...de las escaleras a la silla, del Sapo al Circus. Gracias.
Como olvidarme de la parte más visual, la guinda de la tarta, Belén, Luis, Rapach, Laura o Don Lápices. Gracias por aquella histórica cita con los rusos blancos. Por aquella leche de colores derramada y por tantos tatuajes y huellas imborrables. Pero sobre todo, gracias a ti Vero, por todos los cortes que no pasamos, por todos los canutazos perdidos, por tu grabadora en “pre-rec” y por la mía en “full target”, por las carreras sin micro, por las tarjetas perdidas, y por llegar siempre tarde a comer.
No obstante, añado méritos al Caso Faisón, al sudor de Arístegui, a las interminables preguntas de Víctor, a los croissants de Sergio a media mañana, a las siestas de Áles y a las extraordinarias reflexiones de Laura. Lo mejor de todo es que lo que pasó en El Escorial no solo se quedo allí. Sigue.
-Julio también tuvo su cita con Madrid, los fines de semana en la piscina de Eva, las reuniones de becarios por el mundo en el Open Air de Madrid. Chico y Rita y su pista de baile posterior, no tenían precio. Mención especial a Eva, a Fátima y a Baba, por todas esas congas históricas.
-Agosto. Continúa Onda Cero, continúa Yo Becaria. Con hashtag incluido: #becariosenlaonda.
Tras un mes en el exilio encuentro mi sitio en la redacción de informativos. Allí estaba todo lo conocido y por conocer. Mis becarios de Inforadio fueron el mejor anfitrión posible, había que reponer fuerzas tras un mes fuera, y lo hice.
Con la suerte de pertenecer a un gran equipo, Juande, Joserra, Arantxa y Eva fueron mis guías en Nacional. A mi alrededor, incontables profesionales, y para que negar la evidencia, incontables becarios. A mis estimados Enrique, Ana, Conchi, Sepúlveda, Majadahonda, Montse y Gabri se unía un elenco de fichajes increible: Diego y un bebé, Beita Abás buenas tardes, Castilla y la propuesta, Raúl José Casillas, Pedro Rubio y que tarde más tonta, Vélez el becario...y en definitiva mucho más de lo que jamás pensé encontrar.
-Las torres de Madrid a lo lejos, cafés, teletipos, boletos, informativos y los tan agradables “hazme una crónica” “quiero un repor”.
-Maggie esperándonos a la salida del trabajo, Alfredo's a medianoche, Friday`s porque sí, y nuestro estimado Karak. Un círculo vicioso del que ninguno queríamos salir.
-No querría dejar agosto sin mencionar nuestro gran momento. La famosa #barbacoaenlaonda en casa del gran “Pablo el técnico”, y no quisiera dejar de citar “eran tres personas y un técnico” para demostrar que técnicos como él sí son personas. Gracias por tu piscina, perdón por las molestias y sí, hay que reconocer que aquel fin de semana no hubiese sido lo mismo sin mi baile de “Loca”. Inolvidable, todo.
-Mi Gema Lema me hizo una visita a Madrid, como siempre el mundo la adoró y ella adoró al mundo.
-No me olvidé de regresar a mi tierra hermosa, fue en septiembre cuando viajé fugazmente a mi casa para celebrar un momento muy especial, el bautizo de la nueva preferida de la familia: Daniela.
-Septiembre marcó el ritmo de la última etapa. Como cada año a esas alturas me dispuse a replegar toda mi intensidad. A disfrutar. Tras acabar mis prácticas en Onda Cero, y con la vista puesta en octubre, fecha en la que iniciaría el Máster de Radio Nacional De España, me dispuse a vivir...en casa de Pedro. A pesar de haberme mudado a un maravilloso hogar con mis estimadas Eva, Iria, Ara y María, mi guía espiritual, Pedro, y yo nos encontrábamos faltos de amor tras tanto tiempo en la distancia. Así fue como nos dispusimos a establecer un estricto horario de Gintónic. Fue divertido.
-Como no recordar en medio de este maravilloso caos el 23 aniversario de Hache. Ese gran día, en el que sin saber muy bien porqué acabé comiéndome las velas de su cumpleaños con Elena, un gran descubrimiento del año que nos deja.
-La odisea tuvo su gran momento con Ging Danga. En una de esas tardes-noches con Pedro, decidimos lanzarnos a la aventura de “pinchar” en la antigua Sala Heineken. Lo hicimos, acompañados de Tunguska y Jordi, inmejorable. Fue uno de esos momentos extraños de la vida, en los que haces cosas diferentes. NOTA: Repetir.
-Recuerdo que aún quedaban unos días para que comenzase el Máster cuando hice una de esas “escapadas necesarias” a Galicia. Allí encontré la tranquilidad que no había tenido en mucho tiempo, allí, en la playa, pude pensar un poco.
-Volví a Madrid. Me esperaba mucho. La fiesta americana de Josechu con el Mortimer de Fátima y los perturbados personajes de Marieta y Javi. Y Piticlí claro. Eso siempre. Fue en la inauguración de Villa Ubrique cuando Caritina, digo, Mónica, digo Piticlí, y la gran familia que somos iniciamos el nuevo curso.
-Sin darnos cuenta comenzó el Máster, el de mi estimada radio. 28 seres maravillosos comprometidos por un año. Gente increíble y ganas. Toda una suerte. Me quedo con el equipo cuatro y su torre de papel, me quedo con el instituto que dejamos, su B12, su aventurado sistema Dalet y su temible máquina virtual.
-Octubre termina con Halloween, y quien mejor que Villa Lujo para celebrar tan señalada fecha. Telas de araña y disfraces imposibles.
-Noviembre, dulce. Noviembre, 12, mi cumpleaños. Siempre me ha gustado este día, para que negarlo. Este año más si cabe. 23 años. Un viernes de celebración con mis estimados Pedro, Iria, Eva, Sara, Alessia y Paula en los que no pude resistirme al micrófono. Un sábado de celebración en Chueca con mis estimados muchos, recuerdo mi camisa de flores, recuerdo las servilletas de felicitación, y el desvarío que nos acompañó hasta el final. Mención especial a Joanna.
-Escorpión, ese gran signo, al cual pertenece la admirable madre de Piticlí, hizo que acudiésemos a una inolvidable celebración en su casa. Fue valiente y se llevó a Pedro, Alba, Hache y una servidora. Los primeros minutos no hicieron honor al desenfreno posterior, un círculo de actores perfecto, bailes de altura, una pasarela exterior y una tía, “la tía”.
-Diciembre, este mes, el punto y a parte. Pusimos fin con mucho arte, como siempre. El cumpleaños de Alba se escudaba bajo la temática “de gala”. Solo unos pocos cumplimos con el propósito, suficiente para que el campagne hiciese su trabajo. Un poco de fado nocturno y la gran laguna.
-Para no perder la costumbre, continuamos por todo lo alto con uno de “esos eventos con clase”. Allí estábamos, Piticlí, Aritz, Pedro, Elena y una servidora, en aquella tienda de Serrano, comiendo manjares y bebiendo champagne hasta el final. Literal. Cerramos aquel lugar, nos hicimos amigos del catering y con una botella bajo el brazo nos dispusimos a ambientar la alfombra roja. Mención especial a Siri. A partir de aquí, una sucesión de momentos incalificables.
-Diciembre siempre trae el gran cumpleaños de mi majorera, Iria. Este año, llenamos nuestro saloncito de isleños dispuestos a amenizar. Una magnífica tarta de Ara, un entrañable regalo de “las niñas” y una obra de arte, la de Pedro. Precisamente, la noche quiso que él y yo fuésemos a Ubrique, allí nos esperaba Piti, Javi, mi estimada Carol, Elena, David, Vero y Fa. Sí, y la convertimos en una de esas noches que pasan a la historia. Cerramos Diamante, y gracias a mi “autoridad” algunos pocos terminamos desayunando un poco de cebada. Aquella noche casi mueren tres personas.
-El final, la cena de Periodistas y la cena de Máster. Dos citas con la profesión. Esta última todo un espectáculo de danza y cante, un “escándalo” para no olvidar.
-Diciembre, ya se sabe: felices fiestas en familia. En ello estoy. Mañana, último día de este 2011. Un año inolvidable, lleno de gente, lleno de vida. Un año que continua en 2012.
Gracias a todos por vuestra colaboración.
Sean felices.